Inicio Tecnología Microsoft, ¿siempre un paso atrás de Google? El caso Wave versus Bing

Microsoft, ¿siempre un paso atrás de Google? El caso Wave versus Bing

Han sido días movidos en el entorno tecnológico. Cuando aquel conocidísimo y magnífico vídeo creado en 2004, EPIC 2015, hablaba de dos empresas, Microsoft y Google, que “se enfrentaban mejorando sus servicios semana a semana”, nunca nos imaginamos que ese futuro llegaría tan pronto.

De hecho, recientemente hemos visto una impresionante jugada: mientras Microsoft intentaba captar la atención de los medios anunciando el nombre de su nuevo buscador, Bing, Google “le robaba la cartera” mostrando, a los más de cuatro mil programadores reunidos en un gran evento, un producto aún no terminado: Google Wave, destinado a cambiar la manera en la que nos comunicamos a través de Internet.

El movimiento ponía de manifiesto una de las nuevas reglas de la comunicación empresarial: un anuncio hecho ante cuatro mil participantes hiperactivos en blogs, Twitter y redes sociales de todo tipo resulta muchísimo más eficiente, desde el punto de vista de alcance comunicativo, que uno realizado ante cuatro gatos (por influyentes que sean).

El resultado fue claro: durante unos días, todos los medios en la web dedicaron su atención al producto de Google, y obviaron el de Microsoft.

Para revertir la situación, Microsoft adelantó la presentación de su nuevo buscador, en busca de una mayor notoriedad, y lo abrió al público.

El resultado fue que durante los primeros días de esta semana, muchos se han dedicado a hacer lo que se suele hacer en estos casos: poner a prueba el buscador introduciendo en él términos habituales con cuyos resultados están familiarizados, o buscarse a sí mismos en ese deporte cada vez más extendido y denominado como “ego-search”.

Y, en ese sentido, el buscador de Microsoft parece no haber defraudado demasiado: es rápido, y parece tener unos criterios de relevancia bastante razonables, muy similares a los del buscador que todos utilizamos, que no es otro que Google.

En España, por ejemplo, la proporción es abrumadora: alrededor de un 96 por ciento de los usuarios buscan únicamente en Google, una proporción que convierte a este país en líder mundial en cuota de mercado para la empresa de Mountain View.

Con estos condicionantes, la pregunta es clara: ¿son, en algún sentido, comparables ambas empresas?

Atengámonos a los hechos: mientras una presentaba el embrión de algo como Google Wave, destinado a revolucionar la manera en la que nos comunicamos a través de la red integrando piezas hasta ahora difusas como correo electrónico, blog, redes sociales, microblogs, etc. en un único flujo comunicativo coherente, ¿a qué se dedicaba la otra?

Presentaba un buscador. Un buscador, como otros tantos buscadores que pretende dar solución a un problema que ya prácticamente no lo es: el de encontrar información en la red.

Y que lo hace, además, con esquemas tan parecidos a los de los buscadores anteriores, que en un vistazo rápido a una página de resultados, no resulta fácil atribuirla a uno u otro. Un comportamiento, por otro lado, nada extraño en Microsoft, una empresa que tantas veces asentó su crecimiento sobre la copia de conceptos de terceros.

Que aparezca un competidor nuevo en el panorama de los buscadores es bueno para todos: un ecosistema diverso da lugar a mayor competencia, progreso y dinamismo.

Si Microsoft, que ha anunciado inversiones en publicidad de más de cien millones de dólares, puede convencer a un cierto número de usuarios para que dirijan sus búsquedas a su página en lugar de a la de Google (esencialmente para hacer en una lo mismo que hacían en la otra) bienvenido sea.

Pero de ahí al liderazgo que durante el final del siglo pasado llegó a tener la empresa de Redmond sobre la escena tecnológica, va un mundo.

Pongamos orden: en una semana movida, con presentación de novedades y productos por uno y otro lado, se han puesto las cosas en su sitio y se ha dejado claro quién lidera la escena tecnológica y quién simplemente intenta seguir la estela.