Inicio Empresas y Negocios Poco espacio, muchos empleados: cómo las empresas rediseñan sus oficinas

Poco espacio, muchos empleados: cómo las empresas rediseñan sus oficinas

Superpoblación administrativa, falta de oficinas, la necesidad de cuidar y hacer sentir bien a los empleados y lograr un buen clima laboral que, en definitiva, repercutirá en la mejora de la productividad, forman parte de un “círculo vicioso” en el que a las empresas no les queda otra que hacer correr la imaginación para rediseñar sus espacios corporativos.

Pero, como si esto fuera poco, a las compañías multinacionales se las presenta otro desafío, no menor por cierto: conciliar la cultura corporativa del país de origen con las “costumbres argentinas”.

Este escenario, la directora de Buenos Aires Planning, María Cristóbal, lo ilustra con un ejemplo: “En la actualidad, grandes empresas argentinas como Loma Negra, Quilmes, Swift, Quickfood y Alpargatas han sido compradas por capitales brasileños, lo que implica el desafío de pensar un espacio que respete las diferencias entre la cultura de las empresas brasileñas y las argentinas”.

Ante una situación de este tipo, algunos de los factores que hacen a la cultura corporativa y que se estudian al elaborar un diagnóstico para luego llevarlo a la práctica, son la historia de la organización y la de su país de origen, los cambios que atravesó la compañía a lo largo del tiempo, el tipo de management que desarrolla, el estilo de vida y los valores que promueve, cuentan desde Buenos Aires Planning.

Mayor productividad
Según un reciente informe elaborado por la consultora inmobiliaria española Aguirre Newman, denominado Innovation & Workplace: yesterday, today and tomorrow, el diseño adecuado de los espacios de trabajo, unido a una óptima gestión y mantenimiento de los mismos puede aumentar hasta en un 20% la productividad de las compañías.

Los expertos de Aguirre Newman destacan que la comunicación y el interés por conservar el talento son variables esenciales en los modelos organizativos actuales y que, por lo tanto, hay que tener en cuenta en el diseño de las nuevas oficinas.

Así, afirman que la potenciación de áreas de cruce y reuniones espontáneas, favorecerá el crecimiento de la empresa. Y, de acuerdo con la investigación, existe a nivel mundial una creciente tendencia a reducir o flexibilizar determinados espacios en las organizaciones, factor que viene motivado por el encarecimiento del metro cuadrado y por la necesidad, por parte de las empresas, de optimizar su espacio corporativo.

Al respecto, en Buenos Aires Planning aclaran que el espacio corporativo debe reflejar todas y cada una de las características de la cultura organizacional, a través de repensar ese espacio, con un diagnóstico adecuado que apunte siempre a una mayor productividad e inserción en los mercados.

“La arquitectura corporativa no tiene un parámetro único ni un estilo, sino que debe adaptarse a lo que la empresa quiere decir con el proyecto, las marcas, los colores. Muchas veces se cometen errores al querer importar culturas ajenas a los usos y costumbres de nuestro país, lo que ocasiona grandes pérdidas a las empresas”, explica Cristóbal.

¿Conviene copiar?
A su vez, al emprender un cambio hay que tener mucho cuidado cuando se quiere copiar la cultura, porque muchas veces se toman tendencias de otros países o de las casas matrices que no encajan a nivel local.

Cristóbal cuenta a infobaeprofesional.com que “en Estados Unidos se estila mucho que el líder no tenga oficina cerrada, pero en esto hay que tener cuidado porque es necesario tener en cuenta la cultura argentina. Creo que las empresas argentinas todavía no están preparadas para que el presidente no tenga oficina.”

Y de inmediato ejemplifica: “En Yahoo, al igual que en Estados Unidos, cuando rediseñamos las oficinas las hicimos todas abiertas y, sin embargo, a los 15 días las tuvimos que cerrar”. Algunos de los motivos –según señala Cristóbal- fueron que los argentinos hablan más alto y que al ser la economía más inestable hay más temas que son confidenciales.

A su vez, la directora de BAP sostiene que muchos de los empleados norteamericanos almuerzan en su escritorio, mientras que en las oficinas argentinas se estila hacer un bar o un lugar especial de reunión.

Otra costumbre que a nivel local pareciera no funcionar es la del gimnasio, tan de moda en estos días en los que las compañías ya no saben que hacer para atraer, mimar y retener a su gente.

“Los estadounidenses también tienen el gimnasio en su oficina, pero esto acá no funciona porque nuestro sentido de la estética es mucho más marcado. Aunque las empresas argentinas prueban y los instalan, después termina no funcionando, nadie lo usa”, asegura Cristóbal.

Qué pasa en otros países
Desde BAP afirman que también en Chile se puede ver grandes diferencias en la cultura corporativa con respecto a la Argentina.

“En contraste con Brasil, Chile cuenta con muchas más oficinas cerradas, y el símbolo de status se ve hasta en las pequeñas cosas, si se tiene oficina al exterior o mesa de reuniones, o la cantidad de armarios”, detalla Cristóbal.

Y añade que en el país trasandino el ambiente es más formal y que si bien la arquitectura comercial en Santiago ha tomado un vuelo digno de las capitales más evolucionadas, con proyectos de los mejores arquitectos del mundo, los colores y las ambientaciones son tradicionales, clásicas.

Las empresas asiáticas también tienen una cultura empresarial distinta a la argentina. Un rasgo común entre estas culturas corporativas es la austeridad. Sin embargo, las diferencias entre una compañía coreana, japonesa o china son muy importantes.

En la cultura japonesa, los puestos de trabajo son pequeños para ahorrar espacio, y están todos en fila mirando al jefe del sector, que mira hacia ellos. Además, tiene mayor status quien pueda caminar alrededor de su escritorio, ya que la configuración es en islas de puestos simples de ocho o diez personas, y sólo los presidentes de las compañías tienen oficinas.

Con este concepto trabaja en la actualidad el equipo de BAP para rediseñar Toyota. También en la Argentina la automotriz no dispone de oficinas cerradas a excepción de la del presidente.

Por otra parte y a modo de dato de color, las firmas coreanas se destacan por tener una gran cantidad de salas de reuniones y una cocina en la que todos preparan su comida y comparten el almuerzo.

”En Shangai, y China en general, la actividad empresaria independiente recién comienza, y por ahora a nivel ejecutivo hay una mayoría de extranjeros provenientes de distintos países, lo que le da al espacio corporativo una imagen neutral sin una marca de fábrica fácil de identificar”, explica Cristóbal.

Para la ingeniera, “la austeridad de la gente contrasta en Shangai con el derroche de tecnología y la infraestructura de la ciudad. Diseñadores jóvenes están imprimiendo una impronta al equipamiento, pero aun hay que esperar para que una identidad corporativa propia se consolide”.

Llegan los jóvenes y con ellos los cambios
En los últimos años la edad promedio en las empresas bajó muchísimo, sobre todo en las tecnológicas y las de consumo masivo, por lo que ahora las compañías buscan ambientes más relajados, cancheros y con salas más informales dado que cambió el estilo de trabajo.

A su vez, las organizaciones se preocupan cada vez más por fomentar la comunicación interna, mejorar el clima laboral y flexibilizar los liderazgos. Todos detalles que se tienen en cuenta al momento de pensar en un rediseño del espacio.

En este contexto, por ejemplo, las salas de reuniones están dejando de ser cerradas y convirtiéndose en espacios abiertos a los que cada uno de los empleados puede ir con su laptop.

Así, aunque el rediseño corporativo era algo impensado en el 2001, hoy es una práctica cada día más frecuente: en una época de escasez de talentos, el diseño del espacio laboral se ha transformado en una más de las claves para captar los mejores recursos humanos.