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Prevén una baja en el precio del tomate

El boicot a la compra de tomates convocado por asociaciones de consumidores parece estar surtiendo efecto: con sus valores de ayer, en el Mercado Central de Buenos Aires el producto ya tiene hasta precios por la mitad de los que registró a principios de la semana pasada, y sólo es cuestión de días para que llegue una baja al consumidor, según afirmaron distintas fuentes consultadas por LA NACION. Hace un par de días superó los 15/16 pesos el kilo en las verdulerías. Ayer, algunos comercios lo ofrecían a 9,99 pesos.

“El tomate se frenó desde los 6 pesos [el kilogramo]; vale [por ayer] de 3,50 a 4,20 pesos el kilo. Hablamos de un 45/50 por ciento [de baja]”, comentó Fabián Zeta, representante de la Cámara de Operadores Mayoristas Frutihortícolas del Mercado Central (Comafru). Apuntó, además, que la papa negra comercial bajó hasta un 20 por ciento.

En números concretos, según se informó ayer en la página de Internet de esa plaza, el tomate perita comercial se vendió a $ 3,78 el kilo; el perita común a 2,93, y el perita superior a 5,13. En tanto, el tomate redondo comercial se vendió a 3,59 el kilo; el tomate redondo común a 2,97, y el tomate redondo superior se comercializó a 5,06 el kilo.

Para Zeta, la baja del precio en la plaza concentradora responde a una combinación de factores que van de una caída en el consumo a una mayor oferta. “Se nota la merma de la compra por parte del público; la demanda se frenó. Además, hay algo más de oferta; hay un 20/30% más de tomates respecto de la semana pasada -según dijo-; entró producción de Corrientes y Salta.”

Otra fuente estimó que ingresó un volumen mayor que el habitual de tomate importado de Brasil y otros países vecinos, como Paraguay. De hecho, hasta julio pasado la Argentina importó 1030 toneladas del producto.

Javier Gentile, productor y comercializador, coincidió en que en la baja del precio mayorista influyó la retracción de la demanda. No obstante, descartó que hoy haya más producción volcándose al mercado. “Estamos a la mitad de los valores de principios de la semana pasada. La baja del precio se debe a la falta de interés de la gente por el producto”, indicó.

¿Hay más producción en el mercado?, le preguntó LA NACION a Gentile. “No hay más producción ni va a haber hasta que llegue el verano; no está la cantidad de tomate que corresponde para un consumo sostenido. Hay menos producción que en los últimos diez años; la gente dejó de producir porque no es negocio”, respondió.

Desde noviembre próximo entrará producción del cinturón verde en torno de Buenos Aires. Hay especialistas que creen que eso aliviará un poco la situación del producto, que enfrentó fuertes pérdidas por el frío (en algunas zonas de Corrientes hubo mermas de hasta un 100 por ciento).

Bajas al público
Según Gentile, la baja registrada para el producto en el mercado debería llegar al público. “Es cuestión de un día, dos o tres; seguramente el verdulero va a reponer a otros valores y se tendría que trasladar al público. [La baja] se debería haber trasladado desde el viernes pasado”, comentó.

Por su parte, Zeta indicó: “Quisiéramos que lleguen al público [los menores precios]; de a poco va a haber bajas”. Pese a esta frase, el directivo puso en duda que en los supermercados esto ocurra pronto.

“Tan rápido no va a llegar al público por el manejo de los supermercados”, estimó.

El comienzo del boicot al tomate por parte de las asociaciones de consumidores -que se extenderá hasta el próximo viernes en reclamo de que se respete el precio oficial de 3,99 pesos el kilo que difundió la semana pasada el Indec- causó malestar entre productores y comercializadores. “No estamos conformes con la medida”, precisó Zeta.

“Me parece ridículo cuando no se conocen los verdaderos problemas [de la producción]”, afirmó, por su parte, Gentile. Ese productor añadió: “En ningún momento especulamos; siempre apostamos a un precio que sea atractivo para el consumidor”.

Pese a que el producto superó la semana última los 15/16 pesos al público, a no pocos les llamó la atención que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, no haya intervenido para frenar el precio, como sí sucedió con la papa cuando suscribió un acuerdo para que se vendiera a 1,40 pesos el kilo.

¿Moreno hizo algo para que bajara el tomate?, preguntó LA NACION. “No, nada”, coincidieron varias fuentes. “Bajó solito”, dijo otra.