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Pronostican un oscuro panorama para la economía de Estados Unidos

Las probabilidades de una recesión en los Estados Unidos se ubican en torno al 31 por ciento, mientras que las perspectivas en países emergentes continúan mostrando sólidos fundamentos, acumulando reservas y amplios niveles de superávit comercial, según un estudio de la consultora Puente Hermanos.

A esta altura del año, el mercado empieza a preparar las perspectivas económicas para 2008 y, con tantos ruidos alrededor, es difícil que los resultados suenen demasiado optimistas.

En Estados Unidos el deterioro del sector inmobiliario residencial se está acelerando y los precios de las viviendas están cayendo a una tasa anual de 5 por ciento, sin tener algún efecto estabilizador en el stock de inmuebles.

Frente a este escenario, los analistas de Puente estiman que “una depreciación adicional será necesaria para estimular la demanda por viviendas, ya sean nuevas o usadas”. La pérdida de valor del mercado no se observa desde la profunda recesión de 1991.

Según un indicador propio de la consultora, las probabilidades de recesión en ese mercado son de 31 por ciento, coincidiendo con los resultados de la última encuesta del Wall Street Journal, que los situó en 33 por ciento.

“El indicador muestra cierto deterioro a nivel general impulsado por el sector residencial. El ratio entre las acciones cíclicas y las defensivas ha caído considerablemente, mientras el sector corporativo empeora levemente”, detalla el estudio.

Por su parte, la confianza de los consumidores, el mercado laboral, la depreciación del dólar y el favorable contexto internacional continúan siendo los pilares que sostienen la gran estructura estadounidense.

No obstante, mientras las perspectivas norteamericanas de crecimiento se deterioran -se proyecta 2 por ciento para este año-, los países emergentes continúan mostrando sólidos
fundamentos, acumulando reservas, amplios niveles de superávit comercial y
redirigiendo capitales hacia el mundo desarrollado.

Esto se evidencia al observar la increíble velocidad con la que se recuperaron los activos emergentes con relación de los del primer mundo, o bien mirando el comportamiento relativo de las monedas.

“Más evidente aún, si miramos la evolución de los spreads de la deuda corporativa norteamericana de alto riesgo y la emergente”, destaca Puente.

El documento no descarta entonces la posibilidad de que “los activos emergentes se independicen de lo que pase en la principal economía a nivel global”.