El embajador argentino ante la Unión Europea, Jorge Remes Lenicov, advirtió hoy que, si bien “el campo es un gran generador de divisas, es la industria la gran generadora de empleo” y el motor para darle “valor agregado” a los productos primarios.
Al disertar en el XXII Congreso Latinoamericano de Avicultura que se desarrolla en el Predio Ferial de Palermo (La Rural), Remes Lenicov se manifestó optimista respecto del futuro del sector alimenticio de la región al sostener que “el mundo es absolutamente cambiante pero seguro para los países en desarrollo y con dudas para los países desarrollados”.
Según el ex ministro de Economía, “en un escenario complejo para el mundo desarrollado”, en Latinoamérica “en estos años hemos crecido, conseguimos equilibrio fiscal, se redujo la deuda pública, no malgastamos recursos, redujimos la pobreza y el desempleo”.
En tanto, el vicepresidente de la empresa de nutrición y salud animal estadounidense Alltech, Aidan Connolly, sostuvo que “el futuro no sólo se trata acerca de la posibilidad de adoptar nuevas tecnologías, sino también de la velocidad de adopción de estas tecnologías. La carne puede ser producida de otra manera”.
“Las innovaciones en la producción pueden tener un impacto en el costo total y también tomar en consideración cuestiones como la frescura, la pérdida por goteo, el sabor y las exigencias de los consumidores para una producción más natural”, afirmó Connolly.
Otro de los disertantes de la jornada, el representante regional para las Américas de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) Luis Barcos, resaltó que la enfermedad de los animales tiene “un impacto directo en el comercio”, y que “se registran muchos casos de restricciones al comercio que son injustificados desde el punto de vista sanitario”.
Finalmente, el empresario estadounidense Gerry Moye, Presidente de Cobb-Vantress Incorporated, aseguró que el mercado mundial de pollos reclama aves “más robustas” y destacó que “la industria debe aumentar su eficiencia” en el procesamiento de los productos.
Moye señaló que “para crecer más hay que usar la tecnología” porque “todo el mundo quiere pollos más robustos. Los países se desplazan a un mayor peso corporal del ave. La industria tiene que aumentar su eficiencia para el mundo de los próximos 40 años, y se agrega valor con su procesamiento”.
