Inicio Clickeando Sube 30% el ausentismo en trabajos a causa del tabaquismo

Sube 30% el ausentismo en trabajos a causa del tabaquismo

La ciudad se ha poblado de “colas” en las puertas de las oficinas. Todo porque los fumadores debieron cambiar el hábito y salir de su puesto de trabajo para fumar. Ya son cerca de 200 las compañías que obtuvieron la certificación de libres de humo del Ministerio de Salud de la Nación.

Multinacionales que replican las políticas de sus sedes centrales y pymes locales que se comprometen con un espacio de salud y calidad de vida para su gente, han logrado que cerca de 50 mil empleados hayan dejado de fumar gracias a la aplicación de acciones que desalientan el consumo de tabaco.

Si bien los trabajadores que fumaban ahora lo hacen menos, sigue habiendo una alta población adicta al cigarrillo y sus consecuencias representa un incremento del 30 % de los registros de ausentismo en las empresas.

¿Qué ventajas tiene para una empresa que no se pueda fumar?
Un estudio estadounidense indica que un fumador le cuesta al empleador entre 2.000 y 5.000 dólares al año por gastos de seguro y ausentismo.

El humo ambiental de tabaco afecta también a los fumadores pasivos y puede provocar desde bronquitis hasta cáncer.

Comenzó a tomarse conciencia de que proteger la salud es positivo para la imagen de una empresa. Si cuida a sus empleados da una idea de calidad que percibe el consumidor. El Programa Nacional de Control del Tabaco ofrece cifras que apuntalan esta mayor conciencia sobre el riesgo del tabaco: en 1999, fumaba el 39,8% de los argentinos; hoy lo hace el 33,4%. Estas medidas ayudan a que la opinión pública se sensibilice, y fumar ya no sea una conducta normal

¿Qué es el Tabaquismo?
Es una enfermedad crónica sostenida por una triple dependencia, química, psicológica y social. La padece la tercera parte de la población mundial y afecta a niños, jóvenes, adultos y ancianos de ambos sexos.Es responsable de graves consecuencias para la salud de “fumadores” y de “no fumadores”, provocando daños con altos índices de morbi-mortalidad y gastos estimados en 200 billones de dólares al año.

Es la pandemia de mayor impacto en la historia de la humanidad ya que afecta a 1.300.000.000 de habitantes de todo el mundo sin restricción de edad, sexo, geografía o condición social. Sin embargo la pobreza, la falta de educación y la niñez son, según la evidencia, su principal refugio y generan las condiciones más favorables para su crecimiento exponencial.

Es actualmente responsable de 5.000.000 de muertes por año y se perfila como una catástrofe capaz de tomar la vida de 500.000.000 de seres humanos en los próximos 50 años. 70% de las cuales serán en países no desarrollados.

En Argentina fuma el 34% de la población adulta y el 40% de los jóvenes de 15 a 18 años (con franco predomino femenino). Mueren, por ahora, 40.000 tabaquistas activos y pasivos por año. De los 8.000.000 de argentinos fumadores, la mitad puede morir por una enfermedad provocada por el tabaquismo, pero lo hará a mediana edad, unos 20 años antes que un no fumador.

Las empresas también fuman
En el mundo corporativo las cifras seguirán en aumento ante la falta de una intervención urgente y audaz. El compromiso de los líderes es clave en este punto. Los ambientes sin humo protegen la salud de los trabajadores y clientes. Además reducen los riesgos de accidentes, incendios y deterioro de las instalaciones y equipos por efecto del humo ambiental, sobre todo considerando el tema de los edificios “enfermos”, que aislan el aire, reciclando siempre el interior.

Un dato de tremendo valor para los empresarios es que una política libre de humo reduce el ausentismo, aumenta la productividad y la satisfacción del personal. Sea como consecuencia de las propias afecciones del tabaco, como por el agravamiento de otras: por ejemplo, los resfríos y gripes en invierno o las alergias en primavera.

El crecimiento del 30% en el ausentismo (tres días más al año que quienes no fuman) por causa del tabaco significa el 75% de costos sanitarios no previstos.

¿Por qué no ayudar a los empleados?
Basadas en el dato de que entre el 70 y el 90% de los fumadores quieren dejar su adicción y no sabe cómo hacerlo, en las empresas ha crecido la tendencia de crear programas que colaboren con su personal en el proceso de abandonar el cigarrillo. Esto se asocia a la cada vez mayor tendencia de proteger el derecho de los empleados no fumadores a no respirar humo de tabaco ambiental durante la jornada de trabajo.

La primera causa que lleva a las empresas a comprometerse con estas políticas se relaciona con la salud de los empleados: preservarlos de las enfermedades derivadas del tabaquismo activo y pasivo”. El cigarrillo provoca cáncer, EPOC y cardiopatía, y los fumadores son más susceptibles a padecer resfríos, catarros y gripe. Pero simultáneamente la exposición rutinaria al humo ambiental de tabaco aumenta de un 20% a 30% el riesgo de padecer cáncer de pulmón y enfermedad coronaria en los no fumadores. También puede agravar el asma o provocar bronquitis crónica. Y causa irritación de ojos, nariz y garganta, sequedad de piel, tos, ronquera y respiración sibilante, náuseas y mareos.

Reducir las enfermedades asociadas al tabaquismo hace bajar los gastos médicos y también disminuye el ausentismo laboral. Mejora las relaciones del grupo evitando los “roces” entre fumadores y no, hace más eficiente la jornada de trabajo y compromete al personal y a la empresa en cuestiones individuales que, en definitiva, repercuten en la comunidad.

Dr. Guido Bergman, Director de Programar Proyectos Educativos (www.programareduca.com.ar)