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Tarjetas: qué financia la gente, cuánto debe y cuál es el costo de endeudarse con el plástico

El financiamiento con tarjetas de crédito continúa siendo una de las opciones preferidas de los argentinos para financiar consumo. Pero en los últimos meses comenzó a mostrar marcados signos de debilitamiento. No obstante, el stock emitido en el país sigue en aumento año tras año, en un intento de los consumidores de multiplicar su tenencia para poder así diversificar más el gasto.

Se calcula que cuatro de cada diez argentinos posee un plástico. Esta relación marca la notoria evolución de un segmento que, luego de la crisis del 2001, debió apelar a diversos mecanismos para recuperar el protagonismo de años anteriores.

En ese lapso, la devolución del IVA (resolución que fuera dejada sin efecto a partir de diciembre 2007), la extensión de los plazos de financiación sin interés y agresivas campañas de promociones -en las que se ofrecen interesantes descuentos en distintos rubros comerciales así como premios especiales- motivaron que muchas personas reemplacen la tradicional forma de pago con efectivo por este medio de pago.

Estos factores determinaron que en en mayo de este año, el mercado nacional de tarjetas de crédito alcanzara aproximadamente unas 29 millones de unidades considerando los 19 millones de plásticos emitidos por entidades financieras (65%) y los 10 millones correspondientes a entidades no financieras (35%), de acuerdo al último informe emitido por Notibancos.com.

La financiación sigue subiendo, pero….
Las cifras del Banco Central de junio de 2008 marcan que el monto total financiado a titulares alcanza a $13.098 millones. Dicho volumen sólo representa el 40% del total del límite de financiación que los bancos habrían otorgado.

Esta cifra es indicativa de la marcada desaceleración en el ritmo de crecimiento de los montos pendientes de pago: entre agosto de 2007 y enero de 2008 los mismos crecían a una tasa promedio mensual del 4,7%. A partir de febrero de este año la velocidad se redujo sustancialmente y en junio sólo representó un 40% de esa suba, pues alcanzó al 1,9% mensual.

También hay otro dato que es seguido muy de cerca por el sector financiero y ya muestra algunas caras de preocupación entre sus directivos:

* Enero 2008: el crecimiento de los montos financiados fue de un 30% (cifra anualizada)
* Junio 2008: dicho crecimiento se redujo a apenas el 19% (también anualizado)

Más tarjetas, pero más control sobre el gasto
Según cifras y metodología del BCRA, la financiación de los saldos impagos, alcanzó en junio a $2.053 por titular, en tanto que hace un año la deuda era muy similar ($2.065). Esta reducción del 1% se dio a pesar del marcado contexto inflacionario.

Otro dato relevante es que el aumento en la cantidad de plásticos no se correspondió con un incremento similar en el nivel de deuda.

Ante ello, infobaeprofesional.com consultó a diversos analistas. “La explicación es sencilla: la mayor parte de la deuda está radicada en las tarjetas que tienen mayor antigüedad, que de alguna manera ya optaron por la financiación como algo habitual, en tanto que los nuevos consumidores utilizan al plástico más como medio de compra que como forma de financiación, más en las actuales condiciones del mercado, en el que las cuotas a tasa cero prácticamente desaparecieron”, explicaron desde uno de los principales bancos.

Comparado con la evolución de los préstamos personales, la conclusión es parecida. La participación de la financiación con tarjetas en el total del consumo de las familias (tarjetas más préstamos personales) viene cayendo en forma sostenida en los últimos meses.

En enero de 2007, las tarjetas representaban el 36,7% del total de este tipo de préstamos. En junio de ese año bajó a 35,8% y en igual mes de este año se redujo al 33,8 por ciento.

“La gente, al consumir tanto, muchas veces termina asfixiada, sumando gastos de todos lados. Hay que tener en cuenta que todos los meses se adiciona el pago mínimo más el consumo del período, entonces hay poco margen para financiar”, señaló a infobaeprofesional.com Andrés Méndez, economista de Finsoport.

“Por ahora no se ven las consecuencias de esta modalidad impulsada por la necesidad de comprar, pero con el tiempo puede llegar a notarse un endeudamiento insostenible para cada hogar en relación al sueldo que reciben”, destacó el especialista.

El costo de financiación
El estudio de Notibancos.com muestra que la financiación de los saldos impagos de tarjetas ronda entre el 19,9% (TNA) para el caso del Credicoop y el 34% (TNA) que cobra Santander Río.

Estas elevadas tasas de interés pueden ser una de las causas que expliquen el freno que se observa en el crecimiento del financiamiento, más teniendo en cuenta que en la medida que aumenta el monto financiado, se reduce la capacidad de compra.

Freno
De acuerdo a información proporcionada por empresas del sector, el consumo con tarjetas de crédito se incrementó en abril un 57,5% respecto de igual mes del año anterior. El monto total facturado rondó los $5.300 millones, frente a los $3.350 millones de abril del 2007.

Una fuente consultada por infobaeprofesional.com, expresó que “este incremento, que a primera vista luce importante merece ser analizado en detalle, pues se le debe descontar en primer lugar el crecimiento anual de las tarjetas activas, estimado en un 30%, por lo que a nivel individual el consumo se incrementó un 21%, que es, puntos más puntos menos, el incremento de la inflación “real” en un año”.

Conclusión: el consumo vía tarjetas de crédito prácticamente no varió en términos reales en el último año.

El consumo medio por tarjeta activa se ubicó en un promedio del orden de los $400.-, cuando un año atrás rondaba los $340.- Esto representa una suba “nominal” del 18 por ciento.

Qué compras se financian
En promedio, se estima que las transacciones a través de tarjetas de crédito representan el 45% del consumo en las cadenas de hipermercados, el 60 % en los shopping y el 70% en centros de alto poder adquisitivo.

De acuerdo a los últimos datos disponibles, en abril los mayores consumos corresponden a:

* Débitos automáticos (25%) – servicios públicos, seguros, prepagas médicas, TV por cable, cuotas de clubes, telepeajes, etc.
* Servicios (16%)
* indumentaria (14%)
* Compras en hipermercados (14%)
* Artículos para el hogar (9%)

Entre estos cinco rubros, que concentran el 78% del total de la facturación. El que más creció fue Artículos para el hogar, que avanzó un 70 por ciento en el año.

Los bancos y sus tarjetas
Las cifras que surgen de este informe muestran un notorio dinamismo de este mercado, al menos durante el primer cuatrimestre del año, ya que según el Banco Central, a fines del año pasado las entidades financieras administraban un total de 16 millones de plásticos, que estaban en manos de 11,5 millones de titulares de cuentas. Con estas cifras surge que por cada diez cuentas, existen en el mercado cuatro extensiones.

El Banco Macro consolidado, que surge de la integración de los bancos Del Tucumán, Suquía y el propio Macro, ocupa el primer lugar por cantidad de titulares de tarjetas, según información del Banco Central, con un total que a diciembre de 2007 era de 1,17 millones de cuentas. Le sigue en orden de importancia el BBVA Francés, con 1,1 millones de cuentas y más abajo el Santander Río, con 775.000 cuentas.

Entre estas tres entidades administran el 27% de las cuentas del mercado. Extendiendo el ranking a las diez primeras entidades, su participación llega al 66% del total, lo cual implica que este segmento es uno de los menos concentrados dentro del conjunto de productos activos y pasivos que ofrece la banca en nuestro país.

La “número uno del mundo”…y del país
En cuanto a las marcas de tarjetas de crédito, el mercado es liderado por Visa, con una participación que alcanza al 45%, seguida por Mastercard que detenta el 12% y más abajo Tarjeta Naranja con un 7,5%. En cuarto lugar se ubica American Express, con el 7,2%. Entre estas cuatro tarjetas aglutinan el 72% del mercado local de plásticos.

El 90% del stock de tarjetas corresponde a plásticos estándar y el 10% restante a plásticos preferenciales (gold, platinum y corporate, entre otras).

De acuerdo a fuentes del mercado, sobre este total, cerca de la mitad son cuentas activas con resumen, es decir, que abonan algún tipo de consumo o de cuotas.

Cabe resaltar que si sólo se consideran las cuentas activas, se observarían ciertas variaciones ya que aparecerían entre las diez principales las tarjetas Nevada (Tarjetas Cuyanas S.A.) y Cordobesa (Banco Provincia de Córdoba S.A.) que cuentan con niveles de activación superiores al 80%. Una situación contraria se observa en la Tarjeta Más (Cencosud) que cuenta con sólo un 23% de cuentas activas.

Entonces, se estaría hablando de unas 13,1 millones de tarjetas que efectivamente utilizan el sistema.

Las expectativas para lo que resta del 2008
El consumo argentino aumentó aproximadamente un 10% en el transcurso del 2007. Desde el sector esperan que durante el 2008, aunque a menor ritmo, continúe el crecimiento motivado en parte por los incrementos salariales y por una inflación real cercana al 30% que impulsa a los individuos a gastar más para no perder poder adquisitivo.

Sin embargo, con la crisis desatada por la puja entre el Gobierno y el campo desde marzo de este año, es muy probable que se haya desacelerado en parte el consumo y habrá que ver cómo incide en la economía en general.