En el scotch whisky, después de la fermentación, la cebada se seca con un fuego procedente de turba de Escocia, cuyos efluvios darán al alcohol su aroma particular. A continuación, la cebada se muele, se deslía en agua y se destila en dos operaciones. De esta forma conseguimos el whisky malteado, el single malt de una sola destilería y el vatted malt si es el resultado de mezclar varias destilerías. Dentro de este tipo de whisky, encontramos el Campbeltown malts, Islay malts, Higlands malts y el Lowlands malts.
El Irish whiskey, se producía y consumía en un principio a escala familiar. Se confecciona a partir de cebada, malteada o no, pero también tiene trigo, centeno, además no se seca con turba. Y se destila tres veces, mezclándolo en varias ocasiones.
El Canadian whisky esta compuesto por cereales, de sabor más o menos ligero. Principalmente compuesto por centeno y es fermentado con levaduras.
Entramos en las Whiskys estadounidenses. Tenemos el bourbon whisky, originario de kentucky, procede de una mezcla de maíz (51% al menos), centeno y cebada a veces malteada. Envejece en barricas de roble blanco quemado. El Corn Whisky, como su nombre indica el maíz está muy presente en la elaboración, al menos un 80%). Y el Rye whisky, producido a partir del centeno, 51% mínimo.