El rostro rejuvenecido, el cuerpo por fin en línea, peso y formas perfectas. Pero, ¿Y las manos? Ellas nos delatan y recuerdan aquel descontento que existía, por ejemplo, antes de haber mejorado nuestra imagen a través de un procedimiento estético.
Es común que al pensar en nuestra imagen y estética centralicemos nuestra atención en los procedimientos tradicionales, que los medios de comunicación nos inculcan (rostro, nariz, mamas, contorno corporal, etc.) y nos olvidemos de algunos, tan importantes como son las manos, que están desnudas y visibles todo el tiempo a merced de críticas y observaciones.
La evidencia de manos, huesudas, con flacidez, arrugas finas y/o gruesas, la pérdida de la capacidad elástica de la piel que impide volver a su posición luego de traccionada, las hiperpigmentaciones seniles y queratosis actínica, o la evidencia de las venas salientes denotan el inexorable paso del tiempo.
No obstante, existen soluciones para estas situaciones, en efecto, variados métodos pueden ser utilizados desde cremas o medicamentos con ácidos, pasando por peelings diversos, implantes de gordura, cirugías vasculares, liftings de mano, en fin un sinnúmero de opciones todas tendientes a tratar el problema y mejorar el aspecto de la superficie de la mano.
Dentro de los procedimientos de avanzada, podemos citar el lipofeeling (que significa la inclusión de la gordura), el peeling con bombardeo de micropartículas de aluminio, y el láser.
La cirugía
El lifting de mano se deja para casos exagerados donde se hace necesaria una retirada de la piel en exceso. En ese caso se practica con anestesia local, y a través de varios cortecitos se van estirando las diferentes partes de la mano. El postoperatorio es tranquilo, se retiran los puntos a los siete días.
Para lipofeeling el procedimiento es más simple, ya que la cantidad necesaria para el relleno de gordura no excede los 15 centímetros cúbicos para cada mano, y se coloca a través de una pequeñísima incisión en el pliegue de la muñeca de dos milímetros de extensión que desaparece totalmente. El resultado se evidencia inmediatamente. La hinchazón desaparece en dos días y a los treinta días tenemos el resultado en todo su esplendor.
A pesar de que toda vez que se implanta gordura debe esperarse una reabsorción de casi la mitad de lo implantado, en el caso de la mano, como cuando se implanta en la región glútea retromuscular, la reabsorción es mínima, perpetuando el resultado, el cual se manifiesta en el aspecto de una mano joven.
El bombardeo de partículas de aluminio es un método de última generación que tiene grandes ventajas frente a otros tipos de peelings, y consigue tratar eficazmente las hiperpigmentaciones, la queratosis senil y actínica y la flacidez cutánea.
Funciona a través del desgaste programado de la superficie cutánea al producir un impacto de micropartículas a gran velocidad, arrastrando camadas celulares, estas son desprendidas sin trauma y sin dolor debido a la velocidad antes mencionada, no hay costra posterior ya que no quema como con el láser o los ácidos, en los cuales debe esperarse que la porción tratada caiga para aparecer la nueva camada celular.
El tratamiento a través del láser se basa en el desgaste físico de la superficie cutánea que elimina así las camadas con alteraciones de color, etc., y al mismo tiempo estimula, de la misma manera que lo hacen los alfa hidroxiácidos (ácido Glicólico, retinoico), a los fibroblastos (células en la dermis) a producir colágeno, fibras fundamentales de la trama dérmica, y fibras elásticas responsables por la capacidad de la piel a volver a su posición anterior al ser traccionada. Estos tratamientos se pueden combinar y/o alternar para conseguir el resultado deseado.
Asesoró:
Dr. Juan López Vargas
M.N. 133490
Director de:
CLÍNICA LÓPEZ VARGAS
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