Pocas marcas pueden presumir de haber mejorado su situación comercial durante la recesión mundial. Sin embargo, algunas encontraron la oportunidad de hacerlo, y hoy admiten buenos resultados.
Una de ellas es Tupperware, una firma que aprovechó su contenido emocional para salir adelante.
De acuerdo a un artículo publicado por The Wall Street Journal, la empresa anunció un crecimiento asombroso durante los últimos años, donde no sólo se mantiene “intocable” ante la crisis sino que estaría viviendo un nuevo “boom” tanto en países desarrollados como emergentes.
La sede de la empresa en Argentina, anunció que en estos últimos tres años incrementó sus ventas a tal punto que las triplicó con respecto al 2007.
Una de las razones de este éxito es que cada vez más personas buscan un alivio a su situación económica a través de la venta de contenedores. Este incremento de ventas a su vez, se debe a la necesidad de ahorrar de la clase trabajadora que ya no pueden darse el lujo de pedir comida por delivery y mucho menos de comer en restaurantes.
A la explicación económica, algunos expertos suman además un factor emocional que se da especialmente a nivel local: el amor argentino por la comida casera. No se descarta que la comida hecha en el hogar sea un alivio a las constantes tensiones a las que se ve sometido el trabajador actual y una manera de conectar con su hogar, aún estando lejos de él.
Los cálculos de la empresa en la Argentina afirman que, en la actualidad, en la mayoría de las familias de Capital de clase media con dos o más miembros laboralmente activos, se usa al menos un tupperware para transportar el almuerzo y que este almuerzo, suele ser casero.
Este anuncio coincide con el festejo del primer año de vida del primer local de venta al público ubicado en el barrio de Belgrano. El local, situado en avenida Cabildo 157, reportó excelentes resultados y la firma mantiene expectativas aún mejores para el próximo año, demostrando que el fénomeno tupper no se reduce a la clase baja y media baja, sino también a la clase media y media alta.
Por esta razón, en la Argentina la marca amplió su oferta de productos incorporando nuevos diseños, versiones “cool” para el público joven que lo usa para cuidar su economía y su estilo de vida, ya que cada vez más adhieren a movimientos como la green y la slow food.
