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Una región impensada de la Argentina se suma a la batalla de los vinos premium

La tradición coloca a Mendoza, San Juan y otros territorios lindantes con la Cordillera de los Andes en primer lugar llegado el momento de hablar de vinos. Pero lo cierto es que, para fortuna del sector, las alternativas se diversifican. Y así es como entran en escena paisajes y lugares ajenos a la vitivinicultura hasta hace poco tiempo.

El sur de la provincia de Buenos Aires es uno de estos jóvenes actores con pretensiones de papel protagónico. Desde el 2000 a esta parte, emprendedores impulsan una serie de proyectos en ciudades como Médanos y Tandil, o aprovechan las bondades naturales de la Comarca de Sierra de la Ventana para expandir las fronteras comerciales del exitoso Malbec.

Los emprendimientos suman poco más de 100 hectáreas en total, pero cada productor prevé futuras ampliaciones de superficies sembradas si la demanda mantiene la aceleración de los últimos cinco años.

El objetivo primordial: hacer de la llanura bonaerense otra plataforma de excelencia en cuanto a producción de vinos premium. En simultáneo, ganar participación en la oferta vitivinícola local para luego apuntar a mercados externos como Estados Unidos y Canadá.

La iniciativa que encierra mayor misterio es la ubicada en las sierras de Tandil, y que corre por cuenta del ingeniero agrónomo Miguel Rovina. El proyecto abarca muy pocas hectáreas y está siendo manejado con total hermetismo. Tal es así que en la misma ciudad bonaerense desconocen de qué forma está evolucionando ese proyecto.

“Se sabe que todo está siendo elaborado con el asesoramiento de enólogos mendocinos. Y que la primera vinificación tendría lugar entre el 2009 y el 2010”, comentó a iProfesional.com el gerente de una vinoteca tandilense.

Pero en otros puntos de la provincia de Buenos Aires el panorama es más claro. “En Médanos todo comenzó como un ensayo en el año 2000. Y ya en el 2003 enviamos los primeros 100 kilos de cada variedad para que sean analizadas sus propiedades en un laboratorio del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Luján de Cuyo, Mendoza. A partir de ahí el proyecto se volvió más concreto”, precisó a iProfesional.com Daniel Di Nucci, fundador y uno de los cinco socios de la bodega AlEste.

Esta propuesta (foto superior), ubicada en el partido de Villarino y distante 713 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, ya demandó una inversión superior a los u$s2,5 millones y comprende alrededor de 25 hectáreas en las que se cultivan cepas como Malbec, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Cabernet Sauvignon y Merlot, entre otras.

La bodega –que brinda empleo a más de 30 personas– alcanzará una producción de 100.000 botellas durante 2009 y, según Di Nucci, la meta es totalizar 220.000 en el 2011. Para llegar a ese escalón los dueños de AlEste evalúan ampliar la extensión de los viñedos hasta alcanzar las 50 hectáreas cultivadas.

“Médanos cuenta con una amplitud térmica entre el día y la noche que favorece el desarrollo de los viñedos. El suelo es arenoso y se calienta mucho durante el día para luego enfriarse notablemente llegada la oscuridad: eso promueve la actividad fotosintética y el frío nocturno actúa haciendo que la planta no consuma las reservas de energía que acumuló durante las horas de luz”, explicó.

Di Nucci señaló, además, que el clima ventoso de la localidad “actúa sobre las uvas, que desarrollan una piel más gruesa”. “Esa característica repercute dándole mayor calidad a los vinos tintos, que acumulan buena parte de su color y aroma precisamente en la piel”, indicó.

Con el Malbec como principal apuesta (más de 7 hectáreas cubiertas), Al Este tiene presencia en el mercado local a través de dos líneas: Terrasabbia y AlEste, que se comercializan en precios van de los $28 a los 40 pesos.

Pero la mirada comercial de AlEste excede a la geografía argentina. “Apuntamos al mercado exterior, y nuestro plan de acción para este año incluye el desembarco en Estados Unidos y Canadá. Para ello apostamos a potenciar la venta de nuestra cosecha 2006”, dijo. (Imágenes superior e inferior tomadas por el fotógrafo tornquistense Héctor Olague)

Acento serrano
A sólo seis horas de Capital Federal y poco más de una de Bahía Blanca, la Comarca de Sierra de la Ventana comprende un grupo de localidades que, atravesadas por elevaciones y al abrigo de bosques y ríos, se exhibe como una representación del más auténtico paisaje cordillerano en plena llanura bonaerense.

El clima montañoso, la presencia de diversos cursos de agua, y el suelo propicio no pasaron desapercibidos a los ojos de empresario como Fernando Muñoz de Toro, que desde 2003 impulsa dentro de la estancia Palo Alto la bodega Pampa Estate.

“Estando de viaje por Italia, me di cuenta que la región vitivinícola de Toscana tenía condiciones muy similares a la zona de Sierra de la Ventana. Al regreso instalamos una estación meteorológica y empezamos a realizar estudios para ver si el área era realmente apta. Así empezó el proyecto”, relató a iProfesional.com Muñoz de Toro.

El proyecto, explicó el empresario, comprende 40 hectáreas de viñedos en las que se ubican cepas como Malbec, Chardonnay, Pinot Noir, Syrah, Sauvignon Blanc, Cabernet Sauvignon, y Merlot. “Por las características de la zona se decidió aumentar la densidad del viñedo y pasamos de 5.300 a 7.000 plantas por hectárea. De esa forma, esperamos lograr una mayor calidad de vinos”, puntualizó.

En plena desarrollo, Pampa Estate ostentará en su plenitud una capacidad de 500.000 litros y, de acuerdo al entrevistado, la bodega “contará con cubas de madera para la fermentación”. “Son viñedos con calidad suficiente como para producir vinos de alta gama, por lo que apuntaremos a clientes que sepan apreciar los valores del producto”, dijo.

El empresario aseguró que la primera vendimia en Sierra de la Ventana tendrá lugar en el 2010. Al igual que Al Este, en Médanos, la mira comercial de Pampa Estate está enfocada en la escena internacional.

“Creemos que existe una gran oportunidad en el mercado externo. También contemplamos lo mismo para el proyecto Valle Perdido Patagonia Estate Winery que tenemos funcionando en San Patricio del Chañar, Neuquén”, aseguró.

Saldungaray y Villa Ventana
Las alternativas vitivinícolas en esa zona de la provincia de Buenos Aires se completan con dos emprendimientos en las localidades de Saldungaray y Villa Ventana, ubicadas a 9 y 17 kilómetros de Sierra de la Ventana respectivamente.

En el primer caso, la familia Parra guía los destinos de una iniciativa que se inscribe dentro de una categoría novedosa: las bodegas “boutique”.

Así, Bodega Saldungaray no sólo produce y comercializa vinos, sino que además cuenta con un restaurante en el mismo predio donde están ubicados los viñedos, y promueve un cronograma de actividades que incluyen eventos y catas.

“El proyecto nació en el 2000 y por iniciativa de mis padres. Tiene que ver mucho con lo afectivo y se trata de una empresa familiar en la que también participan ingenieros agrónomos y enólogos”, señaló a iProfesional.com Manuela Parra, una de las dueñas de la propuesta.

Bodega Saldungaray (foto superior e inferior) comprende 20 hectáreas en las que se cultivan cepas como Malbec, Tempranillo, Merlot, Chardonnay y Cabernet Sauvignon, entre otras. La firma saltó al mercado el año pasado ofreciendo la cosecha 2007 de su línea Ventania y prevé una producción de 30.000 litros para este año.

“En realidad nuestra bodega tiene una capacidad de 200.000 litros, pero recién estamos comercializando nuestra primera vendimia. Hoy trabajamos una línea de vinos jóvenes a un precio cercano a los $30, y queremos posicionar bien esos productos”, dijo.

Parra sostuvo que Bodega Saldungaray pone sus fichas “en el turismo como principal medio de venta”, pero que sigue de cerca la buena repercusión que poco a poco van ganando sus vinos en los pueblos y ciudades de la zona.

“Si bien tenemos ediciones de vinos bastante limitadas, nos orientamos a ganar cobertura en un mercado de tipo nacional. Este año esperamos profundizar ese perfil, aunque sin descuidar las propuestas para el turista que llega a Saldungaray. Hasta ahora, las mayores ventas son originadas por ese sector”, concluyó.

Ya en Villa Ventana el empresario Jorge Neuss explota la bodega Cerro Colorado (foto inferior), la cual está ubicada en la estancia homónima. “La producción está enfocada principalmente en la elaboración de vinos Malbec y Cabernet Sauvignon”, explicó una fuente de la compañía a iProfesional.com.

El emprendimiento, fundado en 2005, comprende poco más de 3 hectáreas de viñedos y acaba de cumplir su cuarta vendimia. La bodega comercializa sus productos bajo la marca Finca Cerro Colorado, a precios que rozan los 30 pesos.