En Mendoza, el turismo y la buena vida tienen su punto de encuentro. Es el destino cuyano del viajero que busca satisfacer placeres gastronómicos.
Para conocer la tierra donde se producen los mejores vinos del país, se debe visitar esta provincia que cuenta con más de 1.200 bodegas que producen casi 10 millones de hectolitros de vino al año, hecho que lo posiciona como el centro vitivinícola más importante de Sudamérica.
Con clima agradable y templado, abundante sol durante todo el año, pocas lluvias, suelos profundos y permeables con escasa materia orgánica, y ríos alimentados por el deshielo, Mendoza reúne las condiciones ideales para la existencia del terroir predilecto de verdaderos oasis rurales, en cuyos suelos la uva crece con su máximo esplendor.
Todo esto coronado con bellezas únicas que otorga la geografía de la Cordillera de los Andes, paisajes opulentos con montañas eternamente blancas.
A esta provincia del centro-oeste argentino llega anualmente más de un millón de turistas, especialmente extranjeros, la mayoría dispuesta a recorrer los denominados Caminos del Vino, nombre con el que oficialmente se designa a la ruta alimentaria que permite reconocer y disfrutar de manera organizada el proceso de elaboración de esta bebida.
En noviembre de 2006 Mendoza fue nombrada octava capital mundial del vino, y con esta distinción, otorgada por la entidad Great Wine Capitals, la provincia argentina, junto con otras regiones de países como Australia, Francia, Estados Unidos, Portugal, Italia, España y Sudáfrica, quedó incorporada a una red internacional que agiliza la difusión y el posicionamiento de nuestros vinos, cada vez con mayor prestigio y adeptos en el mundo.
Anticipándose a este reconocimiento, los sectores público y privado ligados a la vitivinicultura asumieron prolijamente, desde hace varios años, la tarea de mostrar Mendoza desde un plano diferente, generando una importante actividad enoturística en la región cuyana.
Actualmente, el turista que visita una bodega recibe mucho más que una copa para hacer degustación; acompañado por guías y personal capacitado, puede realizar las actividades de cada temporada dentro de una finca, alojarse en pequeños y exclusivos hoteles y posadas en medio de viñedos con servicio cinco estrellas, o comer en restaurantes comandados por prestigiosos chefs.
Todo lo que brilla es uva. Mendoza es la provincia de la uva por excelencia. El amplio territorio dedicado al cultivo de esta fruta se divide en cuatro regiones, unidas por las rutas que integran los Caminos del Vino, una verdadera propuesta enoturística que posibilita disfrutar durante todo el año de las bodegas, sus viñedos y de las actividades que en cada una se ofrecen.
Estos circuitos están pensados, además, para aprovechar al máximo y en forma organizada el interés cultural, gastronómico e histórico de cada región.
A 20 kilómetros de la ciudad de Mendoza se accede a la Región Centro, la primera zona vitivinícola de la provincia, comprendida por los departamentos Godoy Cruz, Guaymallén, Maipú y Luján de Cuyo.
En ella se concentra la mayor cantidad de establecimientos que abren sus puertas al turismo y se puede optar por bodegas de grandes dimensiones, las familiares, bodegas boutiques que producen vinos de alta gama, y aquellas con plantaciones centenarias y estructuras tradicionales de gran valor histórico.
Otra región es Valle de Uco, que se encuentra a unos 100 kilómetros de la capital cuyana y abarca los departamentos Tunuyán, Tupungato y San Carlos. Recostado sobre la precordillera andina, Uco surgió en los últimos años como el sector prometedor de la industria y es considerado el edén de los vinos mendocinos.
Poseedor de incomparables bellezas naturales, el valle ocupa un territorio con alturas que van de los 900 a los 1.200 metros, y es el área más buscada por bodegas premium de grandes capitales, cuyas estructuras imprimen en el paisaje modernas instalaciones de imponente arquitectura y diseño.
La región del Valle Central, ubicada a 50 kilómetros al este de la ciudad, es la tercera área vitivinícola que abarca los departamentos San Martín, Santa Rosa, Rivadavia y La Paz, y la principal zona productora de Mendoza, con la mayor cantidad de hectáreas plantadas de viñedos.
Por último, en los departamentos General Alvear y San Rafael, se presenta la Región Sur, ubicada geográficamente en el centro provincial, a unos 250 kilómetros de la ciudad capital.
Recorrer las regiones del vino en Mendoza es una experiencia que moviliza todos los sentidos en cualquier época del año. En invierno, cuando las interminables extensiones de viñedos quedan despojadas de follajes y racimos, el suelo exhibe todos sus matices y a lo lejos, la cordillera blanca espera el despertar de las uvas.
