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Videojuegos: un negocio joven que factura en grande

Si su hijo está jugando con la computadora, déjelo: puede que esté gestando un gran negocio. ¿Una exageración? No, si se tiene en cuenta que la mayoría de las empresas productoras de videojuegos fueron iniciadas por jóvenes fanáticos de esa clase de entretenimientos.

La pasión, reciclada, cotiza en alza: hoy, la producción de juegos es uno de los segmentos más dinámicos de la industria del software. Ya hay más de 35 empresas y unos 500 profesionales en un mercado enfocado, principalmente, en el desarrollo de productos para celulares y para la publicidad en Internet.

Una de ellas es Three Melons, una pyme conformada hace dos años, que ya factura unos US$ 500.000 anuales y emplea a 22 personas. “Claro que soy gamer (fanático de los juegos de PC)”, confiesa sin miramientos Patricio Jutard, su director, de 26 años, al que aún le faltan un par de materias para recibirse de ingeniero en informática.

“Producir videojuegos es de las cosas más complejas y desafiantes, porque involucra un equipo de gente muy heterogéneo: artistas, diseñadores, programadores, guionistas, productores y músicos”, resume. Dedicados a los advergames (juegos publicitarios en la Web) desde 2005, ya concretaron negocios con varias empresas, entre ellas, Repsol YPF, Movistar, Coca Cola y MTV.

Por ser parte de la industria del entretenimiento, las comparaciones con Hollywood son inevitables. En los EE.UU., según un estudio de 2006 realizado por PricewaterhouseCoopers, los cines facturaron US$ 9.100 millones y los jueguitos pasaron de nivel: más de US$ 10.000 millones.

La movida, en la Argentina, impacta en nichos puntuales. De acuerdo con una investigación del Centro de Entretenimiento y Medios de la Universidad de Palermo, “las empresas de nuestro país han captado la dirección del mercado y han centrado sus esfuerzos en desarrollar videojuegos principalmente para la PC, la Web y los celulares”. ¿La razón? La relativa facilidad para realizarlos (en comparación con las producciones de primer nivel para consolas), sumada a la velocidad asociada a su desarrollo.

Varias señales de cable utilizan juegos en sus sitios Web para levantar el rating de sus series y películas. Daniela Boquete, a cargo de la Web de TNT, afirmó: “Todos los juegos se producen en el país. El objetivo no sólo es promocionar películas: también buscamos generar una masa crítica de usuarios para que a largo plazo la Web sea un negocio rentable”. Por su parte, Pablo Zuccarino, de Cartoon Network, observa que los juegos tienen dos razones de ser: “Es el formato más exitoso para nuestros usuarios fuera de la señal de TV y es una herramienta excelente para expandir la experiencia de nuestras marcas.” El sitio Web de Cartoon Network lanza 50 juegos por año, de los cuales alrededor de 20 son producidos por empresas locales.

Uno de sus proveedores es MP Advanced Multimedia, una pyme que facturó US$ 800.000 en 2007. Fernando Píccolo, su director, dice que un juego, según su complejidad, cuesta entre 12.000 y US$ 40.000. Y que los encargos van en aumento. Según explicó, la Argentina es un buen lugar para producirlos “por el buen nivel de los programadores que hay y su bajo costo: la mitad de los valores que se cobran afuera”.

El de la telefonía móvil es otro de los sectores que impulsan la movida. Las prestadoras del servicio, en su búsqueda por engrosar la facturación, lanzan juegos para venderlos a sus clientes. Hace dos años desembarcó en el país Gameloft, una de las principales productoras de contenidos para celulares del mundo.

Baudouin Corman, el encargado de los negocios para la región de la firma francesa, dice que lanzan entre cuatro y cinco juegos por mes. “En materia de contenidos móviles (música, videos y ringtones), lo que más crece son los juegos”, asegura. Esto tiene una explicación, dice el directivo, porque para jugar se necesita un celular con esa capacidad. “Un 35% del parque de teléfonos, hoy, soportan los videojuegos”.