Una pareja de jóvenes franceses se encuentra en San Juan recorriendo bodegas y viñedos, como parte de un viaje alrededor del mundo en el que visitan las regiones vitivinícolas de los diferentes continentes para reunir botellas de vino, las cuales serán subastadas para destinar ese dinero a la ONG “Acción contra el Hambre”.
Nicolas Beausset, de 32 años, dedicado al comercio de vinos, que vive en Barcelona, y su novia, Geraldine Reinhold Von Essen, de 30, operadora de turismo de aventuras, decidieron tomarse un año sabático y recorrer el mundo conjugando las pasiones de ambos: los vinos y los viajes.
A su vez, lograron darle un sentido solidario a ese viaje, ya que recorren el mundo promocionando la actividad de Vinos Sin Fronteras (www.vinossinfronteras.org), que fundaron ellos mismos inspirados en una institución homónima creada en Francia.
Los viajeros pasaron por Mendoza, luego por San Juan, y este fin de semana seguirán viaje a Cafayate, en Salta, como parte de su gira, a la que denominaron “La vuelta al mundo en 80 viñedos”, parafraseando el título de la famosa novela de Julio Verne.
En diálogo con Télam, Beausset explicó: “Queríamos descubrir el mundo y tuvimos la idea de combinar nuestras dos actividades haciendo turismo en todas las regiones de viñedos. Le quisimos dar un sentido solidario y contactamos la Fundación Acción Contra el Hambre, para trabajar juntos en este proyecto”.
“Acción Contra el Hambre” es una organización internacional fundada en 1979 a instancias de un grupo de médicos, periodistas y científicos deseosos de aportar una solución a la tragedia del hambre. La entidad interviene de forma directa en más de 40 países de los cinco continentes.
Esta pareja comenzó su periplo a comienzos de año en Sudáfrica, y después siguieron por Tailandia, China, Australia, Nueva Zelandia.
De allí vinieron a Sudamérica y fue Chile su primera escala, luego visitaron bodegas de Uruguay, ubicadas en Colonia y Canelones, mientras que en Mendoza conocieron 15 bodegas de Valle de Uco y Luján de Cuyo y en San Juan recorrieron 6 establecimientos vitivinícolas.
“En Argentina notamos buena predisposición, y estamos muy contentos porque han sido muy generosos. En dos bodegas, Alta Vista y Club Tapiz, hasta nos ofrecieron alojamiento en las mismas bodegas”, sostuvieron.
Los viajeros explicaron que el promedio de donaciones que reciben en cada establecimiento es de entre 6 y 12 botellas, “aunque preferimos más calidad que cantidad”, comentó Beausset, y añadió: “Nos han entregado botellas dedicadas por el enólogo, o firmadas por el propietario de la bodega, algún botellón de tres litros, algunos magnums, y las añadas son de 2000 en adelante”.
Reinhold acotó: “Hemos tenido buen contacto humano con la gente de las bodegas, pudimos aprender, y conocer a la gente del vino, que les gustó mucho hacer este tipo de acciones solidarias”.
Ambos coincidieron en que llegarán a recolectar 1.000 botellas al final del viaje, y estimaron que los valores de remate oscilarán desde 15 euros a 200 euros cada una.
“En ningún lado tuvimos problemas para que se hagan los envíos, ya que como estas son contribuciones con fines benéficos, no se cobran aranceles ni impuestos. Sin embargo, en Argentina tenemos un problema con Aduana, y le pedimos a la embajada de Francia que pueda destrabar esto”, confiaron.
Luego de Salta, visitarán en Tucumán un centro de niños financiado por la Fundación Acción Contra el Hambre, y seguirán su camino por Bolivia y Perú, y de allí volarán a Estados Unidos para recorrer las bodegas de Napa Valley y Oregon.
Terminarán su vuelta al mundo en Europa para visitar las bodegas tradicionales de los países clásicos en el mundo del vino como Italia, Portugal y Francia, y volverán a España, su punto de partida, en donde se realizará la subasta benéfica con todo lo recaudado.
